sábado, 2 de enero de 2010

Año Nuevo con tallarines.

Soy un tío bastante asocial aunque a veces no lo parezca. Intento no estar nunca en cualquier tipo de reunión donde haya más de 4 o 5 personas. Es cierto que si no puedo evitarlas, una vez estoy ahí tampoco me siento incómodo. Me he dado cuenta de que en las “fechas señaladas” este instinto onanista se me estimula. Este año decidí pasar la puta Noche Vieja solo paseando por Madrid. Me crucé media ciudad a eso de las 23h para ir a un concierto de blues, pero cuando llegué al garito estaba cerrado. En la puerta había un letrero en el que anunciaban la actuación para ese día a esa hora, pero el puto bar estaba cerrado, así que de vuelta al barrio me metí unos minutos antes de las 12 en un restaurante chino; “voy a celebrar las campanadas rodeado de chinos” pensé, y así lo hice. Al principio me asusté, porque ver a 40 chinos mirándome con cara rara no es moco de pavo, pero luego me convertí en chino yo también y me aceptaron como uno más de su familia. No paraban de hablar en chino, supongo que acordando un día para invadirnos, o sobre por qué coño me había metido ahí, solo, y no paraba de reírme. Cuando sonó la última campanada, un par de ellos vinieron a abrazarme e incluso me invitaron a una copa de cava. Llevo bastante bien la soledad cuando soy yo que la elijo. Había quedado a la una, así que me quedé una hora más en el restaurante viendo TVE1 y me fui, no sin agradecerles su amabilidad y su buen hacer en esa noche tan obligatoriamente especial.

Ayer me aburrí bastante, y hoy al despertarme he decidido que me iba a comprar una cámara de fotos, por tener algo que hacer durante un par de horas. Ahora que ya la tengo me doy cuenta de que en realidad no me hace ninguna ilusión.

Me voy al Retiro.

1 comentario:

  1. Eres un tío muy especial.
    No sé si fueron las cervezas o las aceitunas, pero hoy tengo un día raro y motivada por tu blog, me he creado uno. ¿Acaso no es esto como un intercambio de libretas?

    ResponderEliminar