martes, 14 de junio de 2011

Me desperté una mañana y habían pasado 10 años.


Vamos a Barcelona para tocar el concierto de después de mi último concierto ahí, en el que me hundí en mí mismo y me defraudé junto a los demás. Vamos Víctor y yo, con Pablo y Elia. Voy a Barcelona a redimirme en pos de nuestra obra.

Recorro de vuelta el camino ya andado y volado tantas veces, con la novedad de la tristeza que me acosa en los últimos días. Cuando estoy jodido toco bien: es así.

Y cuando pase el concierto me espera el mar, y la bondad o crueldad de mi ciudad.

Si me veis por algún rincón, saludadme, aunque en un primer momento baje la mirada.
Todo es cíclico, y he pasado de estar en el Centro a estar en un extremo de mi Elipse. Terreno conocido, por otra parte, pero no por eso más amable: la diferencia es que normalmente sé cuál es el camino de vuelta: ¿Y las putas migas de pan? Supongo que me las comí en un acto de arrogancia.

Me desperté una mañana y habían pasado 10 años: ¿Por qué?



PD: Si ahora mismo te sientes así, no se te ocurra ver la puta serie sobre Jorge Sanz (a no ser que te guste clavarte cuchillos en el pecho).

3 comentarios:

  1. "Si me veis por algún rincón, saludadme, aunque en un primer momento baje la mirada", recalco mientras la pantalla, intacta, me ve encender el tercer cigarro consecutivo.

    ResponderEliminar
  2. Creo que el extremo de tu elipse ha dado con el mio. Supongo que acabamos coincidiendo en épocas así, no llevo migas de pan pero aun guardo algo de elixir para casos de urgencia. Quizá la suficiente energía para hacer que te desencalles de ese extremo y puedas seguir dando vueltas.
    Nos vemos este viernes, por fin ;)
    Besoteeeeeeee

    ResponderEliminar
  3. Joder, ahora me arrepiento aun más de no haber ido a verte. Esta incompatibilidad geográfica, sumada a la laboral, tiene que acabar algún día. Hace MUCHO que no te veo! Un beso!

    ResponderEliminar